Con su mensaje de unidad y trabajo, Carlos Peña Badillo se reunió con las dirigencias de 22 Comités Directivos Municipales.
Al concluir una etapa de trabajo que lo llevó a establecer contacto con los priistas de 22 municipios, Carlos Peña Badillo, reconoció que después de escuchar todas las voces, ideas y propuestas de los priistas zacatecanos, ninguna duda existe de que el PRI tiene rumbo, ánimo de cambio y ambición de triunfo.
Acompañado por los Secretarios del Comité Directivo Estatal, el dirigente priista cerró la semana con tres días de recorrido por los municipios de Sombrerete, Huanusco, Tabasco, Jalpa, Apozol, Juchipila, Moyahua, Tlaltenango, Momax y Tepechitlán y se reunió también con los priistas del Teúl de González Ortega, Santa María de la Paz, Florencia de Benito Juárez, Atolinga y García de la Cadena, en reuniones regionales.
Con todos la intención era llevar el mensaje de unidad y de renovación, pero también para explicarles que la nueva dirigencia del tricolor está abierta y atenta para recibir sus propuestas, ideas y proyectos que contribuyan a la consolidación del partido.
“Todas las voces que escuchamos nos enriquecen porque nos demuestran una vez más que la ruta del diálogo, la inclusión y la cohesión son la suma perfecta para que el PRI resurja, recupere militantes, renueve sus ánimos de triunfo y se disponga para emprender la batalla político electoral que nos llevará a la recuperación de espacios pérdidos y, en el 2027, el regreso a la gubernatura”, dijo.
Con estos fundamentos Carlos Peña Badillo insistió que en el PRI nadie dará pasos hacia atrás porque la meta de recuperar lo pérdido y de ampliar las potencialidades políticas de este partido son inmejorables, no dan lugar a la duda. El PRI está vivo, actuante y viene decidido por la recuperación total de Zacatecas.
Insistió el dirigente que no habrá adversidad ni problemas que detengan la marcha firme del nuevo PRI y su nueva dirigencia. No hay ningún miedo de ser honestos, de reconocer errores y aceptar que nos equivocamos, pero tampoco debe regatearse ningún mérito a nadie y aceptar que después del aprendizaje y la derrota, la reconquista de lo pérdido es nuestra única razón de ser, concluyó Peña Badillo.