En el proyecto de construcción del puente elevado se cometieron muchos errores, pues se licitó la obra y no dejaron un espacio para la opinión del pueblo zacatecano. Además, no hubo cabida para empresas estatales y lo dejaron en manos de una constructora del estado de Tabasco, lo que aumenta las sospechas de corrupción.

Pero lo más alarmante es que los tres kilometros que costarán 3 mil 654 millones de pesos, serán construídos sobre la bóveda del arroyo de la plata que ya ha sufrido varios hundimientos y, también, hay que añadirle los riesgos de poder cometer errores y fastidiar la línea de conducción de gas que se encuentra en el subsuelo.

Las anteriores y otras consideraciones fueron expuestas por un grupo de zacatecanos quienes expresaron su inconformidad por no destinar ese presupuesto a otros rubros más urgentes como lo son el campo, la educación y la creación de fuentes de trabajo bien remuneradas.

Afirmaron que todos los habitantes de la entidad zacatecana tienen derecho a opinar sobre la conveniencia de esta obra que, más que necesaria, parece un capricho de David Monreal Ávila para legitimar su gobierno y su desempeño como jefe del ejecutivo, lo cual ha dejado mucho que desear entre los habitantes del estado.

Por eso, la necesidad de una consulta ciudadana, que permita saber si nos conviene, o no, la creación de una obra que pretende ser, de manera autoritaria, la marca sexenal del actual gobernador David Monreal.

Muchas dudas prevalecen en este proyecto que no ha sido socializado entre la población por lo que el rechazo y los cuestionamientos prevalecen dejando lugar a la especulación de corrupción y derroche del presupuesto estatal, que significa casi el diez por ciento del total del dinero que tiene Zacatecas y que es recurso económico del pueblo.

Las anteriores consideraciones fueron presentadas por varios personajes de la sociedad zacatecana, entre los que se encuentran ex diputados y ex servidores públicos, quienes cuentan con un nivel de reconocimiento por parte de la sociedad por su nivel de preparación, profesionalismo y compromiso con los zacatecanos.

En el documento presentado ante los representanes de diversos medios de comunicación, estatales y naciones, se pueden apreciar las siguientes consideraciones y la exigencia de llevar a una CONSULTA CIUDADANA LA CONSTRUCCIÓN DEL SEGUNDO PISO EN LA CAPITAL ZACATECANA.

“El proyecto de un segundo piso no es una idea de nuevo cuño, puesto que en el
gobierno de Amalia García Medina se intentó llevarlo a cabo, y ante la negativa
de ICOMOS, organismo vinculado estrechamente a la UNESCO, a otorgar su visto
bueno para que no se afectara el nombramiento de “Patrimonio cultural de la
humanidad”, del que nos sentimos orgullosos y que conlleva un atractivo turístico
importante, se tomó la decisión de suspenderla. Hoy sabemos que hay una
autorización de otra institución distinta, el INAH, que no suple en modo alguno la
imprescindible opinión del primero, ni garantiza la permanencia del valioso
nombramiento.

Hay que agregar que en esta zona en que se pretende construir el viaducto
elevado o segundo piso, hay un embovedado sobre el viejo arroyo de la Plata,
desde la Plaza Bicentenario hasta Guadalupe. ¿Este embovedado resiste un
peso adicional? No olvidemos, además, que todo el tramo incluye una tubería
subterránea de gas natural. ¿No es esto peligroso? Son muchas las legítimas
preocupaciones ciudadanas al respecto.
Ahora bien, el costo publicitado para el viaducto elevado representa una
aproximación al 10% del presupuesto anual de nuestro Estado, lo que implica
que este asunto no solo debe involucrar a los habitantes de la zona conurbada,
los ciudadanos de Apulco, Pinos, Valparaíso o Melchor Ocampo, etcétera, también
tienen derecho a opinar. Dados los niveles de pobreza, la carencia en los
servicios mínimos indispensables en cientos de comunidades y colonias, la
inseguridad que azota en los cuatro puntos cardinales, son solo algunos temas
que habrá que poner en consideración.

Atendiendo la máxima de “primero los pobres”, ¿Es más urgente atender las
necesidades de los que tienen coche, o de los que no tienen ni para comer, de
los campesinos que ni siquiera sembraron, o de la urgente necesidad de
fortalecer el sistema de salud pública o el educativo?
Hay otras medidas que pueden aliviar el tráfico en esa vialidad, como, por
ejemplo, escalonar los horarios programando la entrada a lo que antes era
Ciudad Gobierno, ahora llamada Ciudad Administrativa, para que miles de
trabajadores ingresen media hora después.
Si realmente se piensa en grande, se debe trabajar en sacar el paso del
ferrocarril por gran parte de la zona conurbada, y buscar un transporte
realmente eficiente como sería un tren ligero desde San Jerónimo en
Guadalupe hasta el campus siglo XXI de la UAZ. Los zacatecanos también
merecemos una obra insignia del gobierno federal, sin sacrificar el raquítico
presupuesto del Estado”
Por todo lo anterior, como ciudadanos que en este tema particular no
abanderamos una posición político-electoral, y que deseamos que lo que se
decida sea lo mejor para todos, hacemos un llamado respetuoso al
Gobernador David Monreal Ávila:
PRIMERO: Para que haga público el proyecto del viaducto elevado para el
bulevar Adolfo López Mateos.
SEGUNDO: Que se establezca un amplio foro de discusión y análisis en el que
se revisen los pros y contras de esta estructura.
TERCERO: Que, en aras de una auténtica práctica de los principios de la
gobernanza democrática, se lleve a cabo una CONSULTA CIUDADANA y que
su resultado sea vinculante, como lo acaba de proponer el propio López
Obrador, con una participación de 30% y no del 40% como está establecido
actualmente.
Como observó Aristóteles: “Para saber mandar bien, es preciso saber
obedecer”.
Y en una democracia es el pueblo el que debe mandar, de ahí nace el concepto
de “mandatario”, como lo establece el artículo 39 de nuestra carta magna: “La
soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder
público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en
todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su
gobierno.”
Confiamos en que la sensatez, la prudencia y la sensibilidad imperen.
Firmantes:
Juan Francisco Valerio Quintero, Rodolfo García Zamora, Gilberto del Real
Ruedas, Rubén Méndez Félix, Pedro Padilla González, Francisco Javier Calzada
Vázquez.