Zacatecas, Zac. (15 de abril de 2024).- Durante la gira proselitista casa por casa en los municipios de El Plateado de Joaqupin Amaro, Jalpa, Juchipila y Tlaltenango, la candidata de la “Fuerza y Corazón México”, Claudia Anaya, expuso su propuesta para descentralizar los servicios de salud, donde las administraciones estatales tengan el control y el presupuesto, para poder hacer más rápida y expedita la atención de las personas enfermas.

La salud es uno de los temas que más preocupan a las familias, pues hablamos de que en los últimos años hubo experimentos fallidos para imponer un modelo que fuese mejor que el Seguro Popular,  basado no en una evaluación de su desempeño y sus resultados, sino en una cuestión meramente ideológica, por ello, a inicios de esta administración federal, se creó el Instituto de  Salud para el Bienestar (INSABI) que finalmente fracasó luego de tres años de su puesta en marcha.

Posteriormente, se promovió un nuevo sistema de salud conocido como IMSS – Bienestar, un modelo centralista donde la federación, administra los recursos humanos y materiales de atención primaria, secundaria y de tercer nivel y al día de hoy, tampoco ha dado resultados satisfactorios para las personas enfermas.

Desde diciembre de 2023, se puso en marcha la “Megafarmacia” con la promesa de que en este inmueble, estarían disponibles “todos los medicamentos del mundo” y que por fin, se terminaría  la corrupción de las farmacéuticas y se distribuirían todos los medicamentos a las clínicas más remotas. 

Lo cierto es que, hasta enero de este año, solo han podido surtir 67 recetas, “es un problema de falta de conocimiento de diseño institucional, lo que ha causando perjuicio en el flujo de medicamentos vitales en hospitales públicos como el IMSS o el ISSSTE”, aseguró la también Senadora de la República.

Lo cierto es, dijo la candidata, que MORENA no ha sabido resolver los problemas de salud en nuestro país y menos en Zacatecas, al contrario, los ha agravado, por lo que es preciso, reiteró, ayudar a los gobiernos estatales a que recuperen la administración de los servicios de salud y que las personas dejen de gastar su presupuesto familiar para atender enfermedades crónicas o catastróficas, cuando debe ser un compromiso de Estado, asegurar su atención gratuita y en ello, mi colaboración y disposición.