Tecnología

La Nasa desviará un asteroide como “defensa planetaria”

Aplicarán la tecnología actual para desviar un asteroide a un año de distancia

Pero la agencia espacial estadounidense está llevando a cabo en este caso un experimento muy real. Aunque por ahora no se conoce ningún asteroide de gran tamaño que esté en curso de colisión, la idea es prepararse para esa posibilidad.

“No queremos estar en una posición en la que un asteroide se dirija hacia la Tierra; debemos probar esta técnica”, dijo Lindley Johnson, del Departamento de Defensa Planetaria de la Nasa, en una conferencia de prensa esta semana.

Diez meses más tarde, la nave alcanzará su objetivo, que estará a 11 millones de kilómetros de la Tierra. En los hechos, es lo más cerca que llegará al planeta azul.

En realidad, es un objetivo doble. El principal es el gran asteroide Didymos, de 780 metros de diámetro, es decir dos veces la altura de la torre Eiffel. En su órbita hay una luna, Dimorphos, de 160 metros de diámetro y más alta que la Estatua de la Libertad.

Es en esta luna donde se posará la nave, unas cien veces más pequeña que ella, proyectada a una velocidad de 24 mil km/h. El impacto arrojará toneladas y toneladas de material.

Pero “no va a destruir el asteroide, sólo le dará una pequeña sacudida”, dijo Nancy Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, que dirige la misión en colaboración con la NASA. Como resultado, la órbita del asteroide más pequeño alrededor del más grande se reducirá sólo “alrededor del 1%”, explicó.

A partir de las observaciones realizadas por telescopios en la Tierra desde hace décadas, se sabe que Dimorphos orbita actualmente alrededor de Didymos en exactamente 11 horas y 55 minutos. Utilizando los mismos telescopios, este periodo se medirá de nuevo después de la colisión. En ese caso, quizá sean “11 horas y 45 minutos, o algo así”, dijo el investigador.

¿Pero cuánto exactamente? Los científicos no lo saben, y eso es lo que quieren averiguar. Hay muchos factores que entran en juego, como el ángulo de impacto, el aspecto de la superficie del asteroide, su composición y su masa exacta, todos ellos desconocidos por el momento.

De este modo, “si un día se descubre un asteroide en curso de colisión con la Tierra (…) tendremos una idea de la fuerza que necesitaremos para que ese asteroide no toque la Tierra”, explicó Andy Cheng, de la Universidad Johns Hopkins.

La órbita alrededor del sol de Didymos, el gran asteroide, también cambiará ligeramente, debido a la relación gravitatoria con su luna, dijo Cheng. Pero este cambio será “demasiado pequeño para medirlo”.